United States of Love transcurre en el año 1990. Polonia acaba de abrirse al capitalismo. Entre la novedad de las cintas de VHS, las clases de aerobics y los discos de Whitney Houston, cuatro mujeres intentan lidiar con la represión sexual y los amores insatisfechos. Agata, atrapada en un matrimonio infeliz, se siente atraída hacia un cura. Renata, ya en su madurez, siente fascinación por su vecina Marzena, que quiere ser modelo. La hermana de Marzena dirige un colegio y tiene un affaire con el padre de uno de sus alumnos.
Mejor Guión en el Festival de Cine de Berlín 2016
- IMDb Rating: 6,4
- RottenTomatoes: 88%
El término de nuevo cuño «micromachismos» hace referencia a las pequeñas acciones cotidianas incrustadas por herencia en la sociedad patriarcal y que, sin incurrir en violencia física, suponen una discriminación de género. No es que United States of Love, la nueva película del polaco Tomasz Wasilewski trate exactamente sobre el machismo, pero si que lleva a la escala micro la opresión hacia las mujeres de una sociedad en pleno cambio. La trama se centra en los deseos de cuatro mujeres que conviven en una pequeña comunidad rural de Polonia a finales de los años 80, justo cuando el movimiento opositor encabezado por el sindicato Solidaridad apoyado por la iglesia había logrado derrotar el sistema comunista para restablecer de nuevo la democracia. En este contexto, del que no se puede extraer lo que cuenta la película, Agata, Renata, Marzena e Iza buscan, ante todo, amar y ser amadas, escapar de la feminidad impuesta por la sociedad y encontrar su felicidad alejada de lo cánones establecidos. La opresión no siempre implica apuntar a la cabeza con una pistola al oprimido. Es justo cuando enraíza en lo cotidiano cuando encadena más al individuo y lo ata física y psicológicamente a un modelo patriarcal. United States of Love está construida desde esta perspectiva. Wasilewski prefiere poner el foco en la intrahistoria a la grandilocuencia de las personalidades destacables. Es desde la cotidianeidad de las mujeres de a pie desde donde construye un discurso mayor que dibuja el frustrante sentimiento de cambio. Salpicada sutilmente por pequeños elementos contextuales (el despido de la profesora de ruso por la de inglés, el cambio de nombre del colegio por el del sindicado Solidaridad), la película crea la atmósfera histórica precisa para, también desde la contención y sutileza sentimental, desarrollar los cuatro personajes femeninos. Todo en la película ocurre entre líneas. La lectura unívoca de la mujer y del amor se dinamita para presentar todo un mosaico de anhelos, inseguridades y frustraciones que son un reflejo de toda una sociedad podrida que abraza nuevos cánones, como la religión o el capitalismo, que les abocan a los mismos fracasos. La magnífica fotografía del rumano Oleg Mutu, responsable de cintas como 4 meses, 3 semanas, 2 días, aporta a la película la profundidad visual y emocional que requería la historia. La tonalidad desaturada de los colores y la dirección seca y directa de Wasilewski crean no solo de la atmósfera propia de otras producciones ambientadas en la época comunista en el este de Europa, sino que le proporciona la belleza necesaria para que los conflictos de estas cuatro mujeres se transmitan de manera clara y precisa sin recurrir a la evidencia. Al fin y al cabo, la estética apagada del filme remite directamente al sentimiento interior de sus cuatro protagonistas, uniendo forma y fondo de manera magistral. (Víctor Blanes Picó – ElAntepenultimoMohicano.com)
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