En Touch y durante varias décadas y en diferentes continentes, un hombre se embarca en un viaje emocional para encontrar a su primer amor desaparecido hace 50 años, antes de que se le acabe el tiempo.

  • IMDb Rating: 7,6
  • RottenTomatoes: 92%

Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

 

Como alternativa a los filmes livianos y sin mayor sustento que abundan durante el verano, resulta bienvenido Touch del director islandés Baltasar Kormákur por su apreciable nivel de calidad.

Lo que se contempla en Touch a través del guión del realizador y Ólafur Jóhann Ólafsson es un drama romántico tratado con gran sensibilidad. La historia que transcurre durante el inicio de la pandemia se centra en Kristofer (Egill Ólafsson), un septuagenario viudo que vive en Reikiavik cuyo estado de salud mental comienza a deteriorarse, según el diagnóstico de su médico. Es así que este hombre desea saldar una deuda pendiente consigo mismo antes de que sea demasiado tarde.

Consecuentemente y no obedeciendo los consejos de su hija, a quien se la escucha telefónicamente, decide emprender un viaje a Londres a pesar de la amenaza del Covid que comienza a hacer estruendos en el mundo. Al llegar a destino y ubicarse en un hotel solitario su mente comienza a recordar su vivencia acaecida 50 años atrás cuando en 1969 el joven Kristofer (Pálmi Kormakur) estudiaba economía en una prestigiosa universidad londinense; sin embargo debido a sus convicciones marxistas, abandona sus estudios y decide encontrar empleo en el primer lugar que encuentre. Es así que es conchabado como lavaplatos en un restaurante japonés a cargo de su dueño Takahashi-san (Msahiro Motoki). Inmerso en la cultura de Japón, prontamente conoce a Miko (Kōki Kimura), la joven hija de su patrón, con quien inicia un profundo vínculo sentimental; en las confidencias íntimas entabladas entre ellos, Kristofer se impone de que la madre de Miko estaba embarazada de ella cuando se produjo el bombardeo de Hiroshima; por esa razón su familia se trasladó a Tokio y posteriormente después de la muerte de su madre, ella y su padre inmigraron a Londres. Lamentablemente el romance se interrumpe cuando un buen día al llegar a su trabajo, Kristofer descubre que el restaurante está cerrado e ignora el paradero de su amada..

Cuando volviendo a la época presente, el anciano Kristofer desplazándose por las calles solitarias de Londres trata de ubicar a Miko, por una pista que encuentra se entera que vive en Japón y es así que desoyendo a su hija que le implora que retorne a Islandia, desde Londres él decide emprender vuelo al país nipón. Cuando finalmente Kristofer reencuentra en Hiroshima a su entrañable enamorada (Yoko Narahashi), se entera de reveladores detalles que motivaron la dramática separación y las consecuencias de la misma.

En esta esmerada producción islandesa el cineasta logra una narración de bajo perfil evitando que su historia desborde en un lacrimógeno melodrama, lo que no impide que legítimamente conmueva. Las interpretaciones de Touch son estupendas en donde existe una íntima química entre los actores que dan vida a los juveniles amantes; asimismo es Olafsson quien caracterizando al anciano Kristofer permite generar una completa empatía con un hombre que ya poco le importa la disminución de su capacidad mental al haberse reunido con el gran amor de su vida. (Jorge Gutman – DiarioElPopular.com)