En The Watchers Mina, una artista de 28 años, queda varada en un bosque en el oeste de Irlanda. Cuando encuentra refugio, sin saberlo, queda atrapada junto a tres extraños que son observados y acechados por misteriosas criaturas cada noche.

  • IMDb Rating: 5,7
  • RottenTomatoes: 52%

Pelicula (Calidad 1080p. La copia viene con subs en varios idiomas, entre ellos el español)

 

Un cuento de horror folclórico (o folk horror, como dicen los especialistas) en el que mitos de la tradición popular se insertan e integran en la realidad contemporánea, The Watchers tiene mucho también de cuento de hadas para adultos, con personas perdidas en bosques y extrañas criaturas que pueden o no estar rodeándolas y amenazándolas. La opera prima de Ishana Night Shyamalan –es la hija del director de The Sixth Sense, de apenas 22 años– conserva muchas de las características del cine de su padre y le agrega un pulso propio en lo que respecta al suspenso y a una algo más realista, dentro de los parámetros del caso, puesta en escena y búsqueda de estilo de actuación.

Basada en la novela del irlandés A. M. Shine, The Watchers (el título original pone el acento en los que observan y no en los observados) tiene una breve escena inicial que nos presenta, a través de un personaje que se pierde allí y parece ser capturado por algún tipo de ente misterioso, a un enigmático y enorme bosque en una zona lejana del Oeste de Irlanda en el que la gente que entra no vuelve a salir. Corte a la ciudad de Galway, donde conocemos a Mina, una joven que vive y trabaja allí en una tienda de mascotas y que tiene un pasado traumático que involucra la muerte de su madre, que no pudo superar.

Mina (Dakota Fanning) es enviada por su jefe a llevar un loro a un zoológico y, cuando su auto se mete dentro de ese bosque, todo deja de funcionar: GPS, internet, radio y, finalmente, el coche en sí. No solo eso, sino que cuando empieza a caminar buscando alguna salida, al volver se topa con que su auto ha desaparecido. Sin lugar donde pasar la noche, termina topándose con una extraña mujer llamada Madeline (Olwen Fouéré) que le ofrece refugio en una moderna construcción ubicada en medio de ese bosque. Allí estará acompañada, además, por otros dos jóvenes: Ciara (Georgina Campbell) y Daniel (Oliver Finnegan).

No se trata de una casa «normal». Los tres habitantes tienen que cumplir reglas que, supuestamente, los protegen de algún tipo de criaturas misteriosas que están afuera y acechan por la noche. Una de las paredes es un vidrio/espejo (desde afuera se puede ver a los de adentro, pero los de la casa se ven a sí mismos) y los habitantes deben hacer una serie de rituales para satisfacer a sus enigmáticos observadores. De día pueden salir de la casa, pero no es mucho lo que pueden hacer, ya que a Mina le aseguran que no hay manera de escapar sin que vuelva a caer la noche y a reaparecer las criaturas. Hay postas, en el bosque, que prueban que salir es imposible, postas colocadas allí por un misterioso profesor que estuvo allí en el pasado y estudió el tema.

The Watchers tratará sobre los intentos de Mina de escapar, de las desaveniencias internas entre los personajes, del misterio de esas criaturas que se escuchan pero no se ven y de ir descubriendo, de a poco, la mitología que rodea a toda esa situación, tanto en lo que respecta a las criaturas en sí como a esa casa y a los rituales que los habitantes deben cumplir para no ser atacados. Por momentos, la película tiene algo de la serie Lost, a lo que habría que sumar algunas referencias a reality shows tipo Gran Hermano (de hecho, en esa casa ellos tienen DVDs de temporadas de un programa de ese estilo) y el acostumbrado misterio ligado a una situación entre inexplicable y fantástica que es marca registrada del padre de la realizadora, especialmente en películas como The Village, Lady in the Water o The Happening.

Ishana juega con la idea del doble, de la relación entre los humanos y las fuerzas de la naturaleza, se mete con el horror que parece surgir de las entrañas mismas de la Tierra y con el rol de la civilización en esas tensiones que existen con un mundo preexistente a la aparición del hombre. Si bien tiene algunos recursos de guión un tanto arbitrarios e ilógicos –muchos menos que los que hay en el cine de su padre–, la realizadora logra ir metiendo al espectador en una atmósfera de inquietud, no tanto por los sustos en sí sino por develar qué es lo que atrapa a Mina y a los otros en ese extraño lugar. Y cuál es la historia que los conecta.

Si bien algunas sorpresas se ven venir de un modo demasiado evidente, The Watchers tendrá ciertos giros inesperados y una inteligente manera de conectar el mundo de los humanos con el de las criaturas. Por un lado, a través de las mitologías originarias de la zona y, por otro, a partir de las circunstancias específicas de las vidas de los protagonistas. Shyamalan usa algunos recursos llamativos de puesta en escena –el fuera de foco persistente, el constante plano detalle, la manera en la que la cámara se sumerge en la más profunda oscuridad– como un modo de mostrar esa especie de combate psicológico entre la protagonista y todo eso que está afuera (y también adentro) y que desconoce.

Es que Mina es una chica bastante rebelde que no se contenta con las explicaciones que le dan ni con quedarse, pasivamente, siendo mirada como si fuera, bueno, un personaje de algún «reality show» de la vida. Aún cuando le ha causado problemas en el pasado, ella tiene que romper las reglas e intentar ver qué hay detrás, debajo o más allá de las paredes. Como Alicia en el cuento de Lewis Carroll, Mina no se contenta con verse en un espejo: necesita ver el mundo real, descifrar el misterio y, de ser posible, escapar. Aún cuando las consecuencias puedan ser terribles. (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)