The Velvet Underground explora los diferentes hilos que convergieron para que surgiera una de las bandas más influyentes del rock. El grupo fue artífice de un nuevo sonido que en cierto modo cambió el mundo de la música, cimentando así su fama como una de las bandas de rock & roll más veneradas de la historia, y muestra cómo el grupo se convirtió en una piedra de toque cultural con una serie de contradicciones: son de su tiempo y atemporales; literarios y anclados en la realidad; tienen raíces en la alta cultura y en el arte urbano. El film contiene entrevistas con figuras clave de la época, combinadas con una plétora de actuaciones nunca antes vistas, incluyendo grabaciones de Andy Warhol. Todo ello crea un viaje inmersivo a lo que el miembro fundador de la banda John Cale describe como la ética del grupo: “cómo ser elegante y brutal al mismo tiempo”.

  • IMDb Rating: 7,6
  • RottenTomatoes: 97%

Películas (Calidad 1080p. La copia tiene subs en varios idiomas, entre ellos el español)

 

“Music fathoms the sky”, “La música sondea el cielo”. Para arrancar su nueva película, Todd Haynes toma prestada esta frase de Charles Baudelaire, legendario poeta francés que con dicha declaración parecía establer comunicación, a través del tiempo, con el verdadero objeto de estudio de este film, el que de hecho le pone título. The Velvet Underground es un documental dedicado al igualmente mítico grupo de rock, que también puede verse y escucharse en clave de diálogo con un pasado que, visto el legado artístico que nos dejó, se comporta aún como un futuro todavía muy lejano.

La música, ya se ve, sirve también para sondear el paso de un tiempo que ya no se sabe en qué dirección va. Rompe barreras y también marcos. De repente, las imágenes fluyen por la pantalla con tanta libertad, que da la sensación de que van a salirse de ella. Pero antes de que hayamos podido ver nada, ha calentado el ambiente una serie de notas sacadas a base de rasgaduras de guitarra. El sonido nos envuelve, literalmente, y nos presenta a Lou Reed y a John Cale, dos vientos destinados a encontrarse, a chocar y a formar un huracán que al día de hoy, está claro, sigue sin extinguirse.

En The Velvet Underground, Todd Haynes se emborracha de las febriles sinergias de esa Nueva York de los años ’60 y ’70 a través de una especie de zapping psicodélico. Esa pantalla incapaz de poner calma entre las imágenes que por ella desfilan se divide ahora es una compartimentación que desafía cualquier lógica o ley matemática. La clásica fórmula documentalista de los talking heads se subvierte aquí para convertirse en un gesto y una actitud igualmente radicales: las entrevistas que articulan coralmente la narración se toman prestadas de material de archivo o se efectúan en el ahora y. en cualquier caso, parecen una colección de fichas policiales dedicadas a estos personajes tan fuera de su tiempo (y de cualquier otro que venga a la cabeza).

El director de I’m Not There, o sea quien se alejara tan decididamente de las sendas más transitadas por el género del biopic, hace lo mismo con un cine documental libre y experimental en sus manos. Este viaje a través del tiempo es una borrachera sensorial; una danza sinestéstica en la que el cine adquiere las propiedades de la música más revolucionaria, y viceversa. Y ni los ojos ni las orejas dan abasto, lo que convierte el exhaustivo repaso de la vida, obra y milagros de los integrantes de la Velvet Underground en una odisea que inevitablemente deja exhausto. Tenía que ser así.

Lou Reed, John Cale, Nico, Andy Warhol, Jonas Mekas y Allen Ginsberg (entre muchos otros) se manifiestan una vez más para que el híper-estimulante caldo de cultivo artístico que se cocinó en aquella East Coast tome posesión de un objeto fílmico encantado de abrirse a todo lo que le puedan proponer las demás disciplinas. El cine como recipiente total, como único medio capaz de encapsular la potencia de una música también concebida para ir mucho más allá del pentagrama. (Diego Batlle – OtrosCines.com)