En The Secret of Kells, Brendan, un joven monje de 12 años, vive en una abadía fortificada de Kells en la Irlanda del siglo IX. Junto con el resto de hermanos, ayuda a construir una muralla para proteger la abadía de los asaltos de los vikingos. Cuando conoce al Hermano Aidan, un famoso maestro miniaturista y «guardián» de un excepcional libro de miniaturas que está, sin embargo, inacabado, el pequeño Brendan va a vivir increíbles aventuras. Aidan iniciará al protagonista en el arte de la miniatura para el que el niño parece tener un increíble talento. Para terminar el libro y enfrentarse a sus miedos, Brendan sale de la abadía por primera vez y se interna en el bosque encantado donde peligrosas criaturas míticas le esperan escondidas. ¿Logrará cumplir su misión a pesar de las hordas de vikingos que se acercan? ¿Podrá demostrar que el arte es la mejor protección contra los bárbaros?

Premio del Público en el Festival de Annecy 2009
  • IMDb Rating: 7,7
  • RottenTomatoes: 91%

Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

 

Son muchas las películas a las que supone una gran victoria el mero hecho de ser parte de alguna candidatura en los premios Oscar de Hollywood. El singular prestigio internacional de estos galardones, supone para estas obras la nada despreciable posibilidad de salir del anonimato y de darse a conocer más allá de las lindes de su país de origen. The Secret of Kells tuvo la gran fortuna de hacerse un hueco en el año en el que una Pixar en plena cresta de su particular ola, se alzó con la estatuilla con la estupenda Up.

A la hora de hablar de The Secret of Kells debemos tener claro que nos encontramos más ante un producto artístico que ante una película de animación propiamente dicha. Es un cuento que de forma ficticia narra la creación del Libro de Kells, uno de los manuscritos cristianos más antiguos y bellos que han podido llegar hasta nuestros días. Ambientada en la Edad Media, la trama nos sitúa en la pequeña abadía irlandesa de Kells que se encuentra amenazada ante un inminente ataque vikingo. Brendan es un joven con un gran talento para el dibujo que instruido por un viejo monje, asumirá la difícil y noble tarea de concluir el manuscrito de Kells.

Insisto, no creo que el entretenimiento sea el principal objetivo que persigue The Secret of Kells. Eso no quiere decir que la historia se haya descuidado. Todo lo contrario. Es incuestionable el cuidado y el cariño con que se ha tratado un cuento que, a pesar de su sencillez, destaca por la gracia y la amenidad con la que es narrado, pudiéndose convertir en una verdadera delicia para todos aquellos que estén dispuestos a dejarse llevar. De la misma manera, los personajes que la pueblan destacan por su carácter agradable, con unas personalidades (el rigor del Abad, la amabilidad del viejo Aidan, o la curiosidad de Brendan) que quedan reforzadas por el dibujo que los caracteriza y por sus movimientos.

Dos son los escenarios (aislados el uno del otro) en los que se desarrolla The Secret of Kells. Uno es la abadía, símbolo del orden, de la racionalidad y del conocimiento. El otro es el bosque, un lugar misterioso y peligroso envuelto en las brumas y la mística. Un bosque poblado por monstruos, deidades y otros seres legendarios. La mitología celta/precristiana irlandesa tiene un peso destacado a la hora de conformar este espacio natural. En su camino para alcanzar la excelencia como escriba, Brendan deberá introducirse en este extraño ambiente donde trabará amistad con una ágil Aisling (una especie de espíritu del bosque) y donde deberá hacer frente al temible dios Cromm Cruach.

Pero más allá de este precioso cuento, lo verdaderamente remarcable es su estética: un admirable trabajo artesanal de formas y colores que otorgan a la película una personalidad propia. Un trabajo de líneas y curvas que se entrecruzan en complejos dibujos que hablan por sí mismos y que hacen de The Secret of Kells una obra para ser recordada por su delicada belleza. La simetría de los escenarios, las formas geométricas, las espirales y los fractales sirven para reforzar el halo de fantasía que envuelve a la historia, convirtiéndose la obra de Moore y Twomey (The Breadwinner) en un espectáculo visual y en una obra artística digna del manuscrito en el que se inspira.

Como es evidente, la música celta no podía faltar en este hermoso homenaje a la cultura irlandesa que es The Secret of Kells. El grupo de folk Kíla junto con el compositor francés Bruno Coulais (que también colaboraría este mismo año en la banda sonora de Coraline), fueron los encargados de crear una partitura que, sutilmente omnipresente en toda la cinta, acompaña y refuerza el carácter artístico de las diferentes partes, convirtiendo a la película ya no una apabullante obra visual, sino también auditiva.

Digna pieza de museo, estamos ante uno de los ejemplos más maravillosos de lo que se puede lograr a través del dibujo y la animación. Un arte único a la hora crear formas y mundos imaginarios, de manipular las reglas que rigen la realidad y de hacernos soñar despiertos. Solo muy de vez en cuando surgen pequeños milagros como The Secret of Kells capaces de aprovechar todas las posibilidades que este tipo de cine ofrece. Una joyita. (Héctor Pintado – HelloFriki.com)