The Levelling sucede en Somerset, Octubre de 2014. Cuando Clover recibe una llamada que le dice que su hermano Charlie ha muerto, debe volver a la granja familiar y encontrarse con su padre con quien no habla desde hace tiempo. Según va descubriendo lo que ha sucedido en su ausencia, ella y su padre forjan una nueva relación, ¿pero podrán soportar los conflictos que surgen en la granja así como las circunstancias que llevaron a la muerte de Charlie?

  • IMDb Rating: 6,5
  • RottenTomatoes: 92%

Película / Subtítulo

En el título del primer largometraje de la prometedora directora británica Hope Dickson Leach encontramos un doble sentido. La nivelación a la que hace referencia The Levelling en inglés es una alusión directa al problema de inundaciones que sufre el pequeño pueblo al que regresa Clover donde se asienta la granja familiar. Pero también es una metáfora sobre la necesidad de ajustar las relaciones con su padre. Tras la muerte repentina de su hermano, en un accidente con tintes de suicidio, Clover regresa para el funeral tras años de ausencia, teniendo que hacer frente a las heridas del pasado. En su vuelta, se cruzan distintos elementos como el sentimiento de culpa, la dificultad de regresar, las rencillas escondidas tras años de separación… En definitiva, la falta de afecto entre dos seres que se necesitan en silencio (apuntemos como detalle el hecho de que Clover siempre llama a su padre por su nombre de pila y el momento clave en el que cambia y le llama papá). El barro de la granja, los restos de una fiesta y una casa vacía llena de humedades no hacen más que establecer las coordenadas físicas de un drama interior muy bien administrado. Dickson Leach, en parte gracias al estupendo y preciso trabajo de la actriz Elie Kendrick, sabe construir un relato que siempre va creciendo de manera sutil, en el que las miradas y los silencios tienen tanto peso como cada palabra que se pronuncia. Al final, lo que muestra son dos personajes en busca de respuestas, intentando ahuyentar la culpa pensando en que eso les ayudará a entender lo ocurrido.

Pese a su voluntad minimalista, la realizadora no renuncia a utilizar la inherente carga poética de ciertas imágenes y situaciones para acompañar y reforzar el complejo entramado de reproches en los que se sustenta la relación padre-hija, pero siempre con una madurez admirable, sin dejarse llevar y siendo fiel al tono que requiere el film. Sirva como ejemplo el momento en el que Clover debe sacrificar a una cría de vaca recién nacida, pequeños momentos en los que hay que ensuciarse las manos y que van puntuando de manera sutil un guion muy bien construido. The Levelling es una película de voluntad pequeña, sin más ambiciones que bucear en los complicados lazos familiares, pero cuyos resultados superan con creces las exigencias de una ópera prima.  (Víctor Blanes – ElAntepenultimoMohicano.com)