Etiqueta: Superhéroes

  • Smoking Causes Coughing (Quentin Dupieux – 2022)

    Smoking Causes Coughing (Quentin Dupieux – 2022)

    En Smoking Causes Coughing y tras un combate encarnizado contra una tortuga demoníaca, cinco justicieros conocidos como “Tabac Force” reciben la orden de ir a un retiro espiritual para reforzar la cohesión de su grupo que no deja de deteriorarse. La estancia transcurre de maravilla hasta que Lézardin, emperador del mal, decide aniquilar el planeta Tierra…

    Mejor Guion en el Festival de Sitges 2022

    • IMDb Rating: 6,7
    • RottenTomatoes: 90%

    Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

     

    Un factor importante de la reputación de Quentin Dupieux proviene precisamente de su buena fama en los festivales de cine más elitistas. Incluso si no estás familiarizado con sus trabajos anteriores (Mr. Oizo, Flat Eric o la película del neumático asesino…), el atractivo de sus obras, en medio de un voluminoso catálogo de películas pesadas y serias, resulta evidente. Cortas (80 minutos es demasiado para él), con una estética extraña, pero no demasiado infantil o estrafalaria, sus obras reúnen a una gran variedad de animales, robots y personas que se comportan como animales y robots. Su filmografía evoca una cita de Jackie Brown sobre las preferencias cinematográficas de Max Cherry: «Cualquier cosa que empiece pronto y tenga buena pinta».

    Con Smoking Causes Coughing, estrenada dentro de las proyecciones de medianoche del Festival de Cannes, parece que Dupieux ha hecho un trabajo resumido, conciliador y autorreferencial, como hacen algunos autores cuando han tenido una racha de éxitos y están entrando progresivamente en una etapa más madura de su carrera. En solo 80 minutos (que para el director es el equivalente a Sátántangó) Smoking Causes Coughing combina una premisa surrealista y elevada con una estructura de antología, donde aparecen y desaparecen otras tramas secundarias, sin relación con la historia principal. El concepto suena más enigmático de lo que realmente es, ya que el resultado es un poco desalentador, y está lejos de éxitos como Le Daim o Mandibules, que le valieron al cineasta el reconocimiento de muchos críticos (incluido este).

    En esta ocasión, acompañamos a la indefinida Tobacco Force, cuya construcción incluye algunas contradicciones, ya sean intencionales o por descuido. Cinco jóvenes y atractivas (o simplemente icónicas) celebridades francesas interpretan a una banda de superhéroes, o agentes de las fuerzas especiales, o… La verdad es que no está claro. Visten mallas muy ajustadas, de color azul brillante con adornos naranjas. Aunque su misión parece ser la de actuar como influencia contra el tabaquismo, particularmente entre los jóvenes, sus labores también incluyen derrotar monstruos usando el poder de los propios ingredientes de los cigarrillos. De hecho, sus nombres se inspiran en estos componentes: Anaïs Demoustier es Nicotina, Gilles Lellouche es Benzeno, mientras que Vincent Lacoste, al que se presenta como el miembro más tonto del equipo, es Mentol. Al igual que otro fenómeno de los 90, los Power Rangers, estos justicieros proyectan las sustancias homónimas con sus manos enguantadas, contra monstruos bípedos con trajes de goma al estilo Star Trek.

    Mientras esperan por una batalla final contra un hombre-lagarto llamado Lezardin (Benoît Poelvoorde), los protagonistas, acompañados por personajes aleatorios que aparecen tan solo en una escena (uno de los elementos más divertidos de la obra), como un niño pequeño y un pez que chisporrotea en una sartén, comienzan a contar extraños relatos que parecen sacados de The Twilight Zone, sobre asesinos enmascarados y horror corporal, loque eleva ligeramente el interés de la obra. Estas escenas también cuentan con la participación de célebres estrellas francesas como Adèle Exarchopoulos y Blanche Gardin, cuyas interpretaciones nos hacen desear que Dupieux les escriba papeles más sustanciales en sus próximas películas.

    Aunque este no sea su trabajo más inspirado (de hecho, como ocurría con sus películas anteriores, a veces parece una broma muy efectiva contra las expectativas del público), es fácil estar agradecido por la mera existencia de esta película, generando sonrisas y carcajadas sin pretensiones, algo que no suele ocurrir con las obras seleccionadas en Cannes. Ojalá otros cineastas puedan seguir su ejemplo, mezclando recursos caseros con conceptos elevados que estimulan la mente y se basan en un ecléctico grupo de influencias (en este caso, el director parece bastante enamorado del diseño retrofuturista de mediados de siglo). Cuando los artistas son tan buenos como él, comienzan a convertirse en influencias para la próxima generación. Así que, ¿a qué están esperando los nuevos cineastas? (David Katz – CinEuropa.org)

     

  • Darkman (Sam Raimi – 1990)

    Darkman (Sam Raimi – 1990)

    En Darkman, un científico que ha encontrado la fórmula para la fabricación de piel humana sintética es víctima de un atentado. Aunque todo el mundo lo da por muerto, consigue sobrevivir y rehace su rostro horriblemente desfigurado gracias a su descubrimiento. La nueva técnica, cuyos efectos sólo duran cien minutos, le permite adquirir las facciones de quien desee y vengarse así de los que destrozaron su vida.

    Mejor Director y Mejores Efectos Especiales (Festival de Sitges 1990)

    • IMDb Rating: 6,4
    • Rotten Tomatoes: 84%

    Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

     

    Con un presupuesto de poco más de 15 millones de dólares, Sam Raimi entraba a lo grande en los estudios tras un par de clásicos de cine de terror. Y en el fondo, lo que estaba haciendo el director de las futuras versiones favoritas de ‘Spider-Man’, era rendir cuentas y saldar deudas con el cine de terror clásico de esa Universal Pictures que lo recibió con los brazos abiertos. Era la hora de presentar al nuevo monstruo clásico de la compañía. Era la hora de Darkman.

    Mucho antes de que solo existieran películas de superhéroes, los estudios, en ocasiones, apostaban por relatos de misterio que podían adaptar a personajes pulp (‘La sombra’, ‘The Phantom’) o reinventar ese espíritu dorado con nuevos personajes originales. Cinco guionistas (dos parejas de hermanos entre ellos) hicieron falta para crear el guión de la historia de Sam Raimi sobre un científico que ha encontrado la fórmula para la fabricación de piel humana sintética y es víctima de una banda criminal.

    Con una flamante calificación R bajo el brazo, Darkman salió de la nada para colarse en el primer puesto de la taquilla el 24 de agosto de 1990, conquistando de paso a buena parte de la crítica. Su éxito generaría cómics, figuras de acción, videojuegos, un piloto televisivo nuca emitido y un par de secuelas muy divertidas y directas al video sin ninguna de las estrellas, pero tan cafres que hay verlas para creerlas. Algunas perlas de esas secuelas son el Darktrenecito subterráneo que le lleva a cámara rápida por el subsuelo o la rata teledirigida que no sirve para NADA. En la tercera entrega, el bueno de Darkman utiliza sus dotes camaleónicas para enderezar matrimonios en problemas. Ya es un superhéroe con todas las letras.

    Protagonizada por los entonces desconocidos Liam Neeson, Frances McDormand y el desaparecido Larry Drake, la primera película de estudio de Raimi marcaría su trayectoria hacia el éxito mundial que estaría por venir, sin obviar algún importante traspiés creativo y alguna joya a redescubrir inmediatamente, como la brillante ‘Un plan sencillo’. En 1990, el cineasta de 30 años todavía era conocido por hacer películas de terror de serie b con amigos como Bruce Campbell.

    Tras el éxito brutal de Warner con ‘Batman’  el verano anterior, Universal apostó por Darkman, la historia de un honrado científico que queda horriblemente desfigurado cuando unos criminales destruyen su laboratorio. Con mayor fuerza (y ataques de ira explosiva) como resultado del trauma, Darkman usa la piel sintética que ha creado para disfrazarse y tratar de reconquistar el amor de Julie Hastings (McDormand) mientras busca venganza por su destrozada existencia. Aunque las cifras estén en extremos totalmente opuestos (la película de Tim Burton costó más del doble que la de Raimi y el personaje ya era parte de la cultura pop), la comparación se antojaba necesaria.

    Darkman fue un trabajo pasional para Raimi, que intentaba llevar a la gran pantalla al personaje de ‘La sombra’, algo que no pudo ser porque en ese momento Robert Zemeckis andaba detrás de un proyecto que acabaría en manos de Russell Mulcahy. A partir de ese sueño imposible, el director creó su propio superhéroe tomando aspectos de otros personajes, creando así a su Darkman.

    El añorado Bill Paxton estaban en la lista de candidatos principales para el papel principal, pero Liam Neeson le robó la oportunidad gracias a su presencia poderosa y al despliegue emocional que desprenden esos ojos atormentados que todavía hoy siguen funcionando como el primer día. Para el papel femenino McDormand y Kelly Lynch llegaron a la final, aunque la primera tenía una clara ventaja: compartía casa en Los Ángeles con Raimi y y Joel y Ethan Coen. Julia Roberts estuvo a punto de lograr el papel, pero su reciente ruptura con el propio Neeson hizo imposible que la cosa pudiera seguir adelante con ella a bordo.

    El protagonista de las dos ‘Evil Dead’ de Raimi, su buen amigo Bruce Campbell, se tomó con humor no poder encabezar el reparto de esta gran producción. Su trayectoria no parecía ser suficiente para Universal. Neeson, que en aquel momento había hecho algún que otro proyecto con relevancia internacional, fue el elegido. Eso sí, el último rostro entre la multitud de Darkman es el suyo, así que de alguna manera todos salieron ganando con la película. Sobre todo Campbell, que en una mala racha tras su divorcio trabajó en el diseño de sonido de la película.

    Larry Drake, que había pasado años en ‘La ley de Los Ángeles’ interpretando al noble Benny Stulwicz, pasaba a interpretar a un personaje malo y despiadado. Y Durant fue un éxito, un villano antológico que por momentos robaba la función.

    Los hermanos Coen no tienen ningún tipo de crédito en la película, pero fueron fundamentales desde el principio en la construcción de la estructura. La idea fue de Raimi, y Joel y Ethan lo convencieron de que siguiera adelante con esa historia.

    El rodaje de Darkman fue agotador, sobre todo para Neeson. Mucho tiempo en la silla de maquillaje, entre tres y cinco horas, mientras se estaba preparando para interpretar a un boxeador en la película británica ‘El gran hombre’. Raimi había sido criticado por sus personajes femeninos anteriores, y con el personaje de Julie quería demostrar que podía escribir un personaje femenino fuerte. Es quizás el eslabón más débil de la cadena, puesto que al final el personaje de McDormand no deja de ser otra damisela en apuros.

    Aún quedaban dos piezas importantes por encajar en este puzzle. El debut en el cine «de verdad» de Bill Pope, director de fotografía de muchas de tus películas favoritas, de ‘Matrix’ a ‘Alita: Ángel de combate’, pasando por buena parte del cine de Edgar Wright, era la primera. La otra era la banda sonora, que correría a cargo de Danny Elfman, que venía de encarrilar ‘Batman’, ‘Razas de noche’ y ‘Dick Tracy’. El compositor, fan de las posesiones infernales, estaba encantado de aportar sus ideas para engrandecer una película que solo podía ser un éxito.

    Sin tecnología de previsualización ni trabajo por ordenador para ayudar a determinar si un plano podría funcionar, el departamento artístico de la película, a cargo de Phil Dagort y Julie Kaye Fanton, se armó de valor y fabricó una viga de acero de tres pisos en el hangar de un avión. En días de poca supervisión de seguridad, todos el mundo caminaba sobre el acero como auténticos trabajadores. Colin Friels, que interpretó a uno de los villanos, se cayó en medio de una escena de acción y se rompió el fémur. Fue al hospital, tomó algunos analgésicos y regresó esa tarde para terminar la escena. Ese era el espíritu de la película.

    El penúltimo de los problemas llegó con el colapso del editor, David Stiven, que abandonó el trabajo al no ver claro lo que se traían entre manos. Mientras Raimi y compañía se traían entre manos un clásico del fantástico, Stiven veía en Darkman un drama romántico. Así que Bud S. Smith, editor de confianza de William Friedkin, se apuntó a la aventura.

    El círculo se cerró cuando, tras muchas peleas por el corte final, la duración de la película y su edición, el productor Rob Tapert revela que pocas horas antes de entregar el corte final Raimi, Bob Murawski y él mismo manipularon el montaje durante 48 horas de trabajo extenuante, recuperando cosas que creían importantes y añadiendo nueve minutos. Lo hicieron y no se lo dijeron a nadie.

    Cuando Universal se enteró, estaban indignados, pero no podían hacer nada: los negativos ya se habían impreso y las proyecciones de prensa estaban a punto de comenzar.

    Darkman se estrenó en agosto de 1990 tras una memorable campaña de marketing con el lema «¿Quién es Darkman?» Las críticas fueron en general positivas y recaudó algo más de 48 millones de dólares, exactamente el triple de lo que había costado. La carrera de Raimi cambiaría para siempre y muchos de nosotros seguimos disfrutando de una película que, como ‘Robocop’, era mucho más que una película de superhéroes: era una superpelícula de héroes. (Kiko Vega – espinof.com)

  • Psychokinesis (Yeon Sang-ho – 2018)

    Psychokinesis (Yeon Sang-ho – 2018)

    En Psychokinesis, y con sus recién adquiridos poderes sobrehumanos, un padre se dispone a ayudar a su hija, que está a punto de perder todo lo que da sentido a su vida.

    • IMDb Rating: 5,9

    Película / Subtítulos (Calidad 720)

     

    Yeon Sang-ho comenzó como animador con películas como The King of Pigs (2011) y Seoul Station (2016). También en 2016 incursionó en la ficción pura con Train to Busan, que no sólo fue el film más visto ese año en Corea del Sur (casi 12 millones de espectadores), sino también se convirtió en un éxito de crítica y público en el resto del mundo (en la Argentina vendió casi 130.000 entradas).

    La expectativa frente a la llegada de Psychokinesis, por lo tanto, era mayúscula tanto desde lo artístico como de lo comercial y, sin ser un fracaso rotundo, no estuvo a la altura: en su primer día en los cines coreanos fue vista por 265.000 espectadores; en el primer fin de semana convocó a 470.000 personas y tras 7 jornadas alcanzó los 850.000 tickets. Sin embargo, el film se derrumbó y recaudó solo 7 millones de dólares (costó casi 12 millones).

    ¿De qué se trata Psychokinesis? De una familia disfuncional y marcada por la tragedia, de una revuelta social contra los poderosos y de la utilización de elementos fantásticos en un trasfondo realista (está inspirada en unas violentas protestas contra unos desarrolladores inmobiliarios en el barrio céntrico de Yongsan, en Seúl, ocurridas en 2009).

    Un guardia de seguridad (Ryu Seung-ryong) obtiene de forma fortuita la capacidad para mover objetos (y personas). En principio, no sabe bien cómo utilizar esos poderes, pero al reencontrarse con su hija (Shim Eun-kyung), a la que ha abandonado cuando era niña, los aplicará para oponerse a una asociación entre gánsteres y constructores que expulsan con el aval de la policía y de forma violenta a dueños e inquilinos de precarios negocios con el objetivo de construir allí un moderno centro comercial. En uno de los desalojos por la fuerza la madre de la joven muere al golpear su cabeza contra el cordón de la vereda. Padre e hija, aun con los rencores (de ella) que los separan, intentarán encabezar la resistencia.

    El uso de los efectos visual para mostrar los momentos de telekinesis (o psicokinesis) son sumamente creativos y en general la película está narrada con la habitual solvencia y ductilidad del cine coreano. Sin embargo, como ocurría también en la superior Okja, de Bong Joon-ho (otra película original de Netflix), las alegorías, las contradicciones y las moralejas son trabajadas de forma demasiado obvia y superficial. En definitiva, un film bastante entretenido, pero que -por su origen y por los antecedentes del director- prometía mucho más. (Diego Batlle – OtrosCines.com)