Etiqueta: Guerra de Secesión

  • Horizon: An American Saga – Chapter 1 (Kevin Costner – 2024)

    Horizon: An American Saga – Chapter 1 (Kevin Costner – 2024)

    Horizon: An American Saga es una crónica de un lapso de 15 años de expansión y asentamiento del oeste estadounidense antes y después de la Guerra de secesión norteamericana de 1861-1865.

    • IMDb Rating: 7,0
    • RottenTomatoes: 71%

    Película (Calidad 1080p. La copia viene con subs en varios idiomas, entre ellos el español)

     

    ¿Quién sino Kevin Costner para traer de vuelta a la gran pantalla –o al menos acá en Cannes se vio en una gran pantalla– el western clásico, el de todos los tiempos. En las últimas décadas los hemos vistos revisionistas, experimentales, anti-westerns y nos han llegado más que nada a través de algunas series –una, la saga Yellowstone y sus precuelas, en las que Costner estuvo involucrado–, pero la saga épica de los inmigrantes ocupando el Oeste, chocando muchas veces y entendiéndose muchas menos con los pueblos originarios, la brutalidad de la naturaleza y la difícil relación los hombres y entre los hombres y mujeres que avanzan hacia un nuevo e improbable destino, aparece cada vez menos en el cine.

    Costner es Dance with Wolves y Open Range, pero su film trae en espíritu desde Unforgiven a Lonesome Dove. Yendo más lejos, la referencia clara es John Ford, en el manejo de los espacios, de las relaciones entre los personajes, en el uso del humor y en el carácter épico de todo el recorrido. Lo que Horizon: An American Saga tiene de diferente es algo que Ford jamás se hubiera planteado pero hoy se ha vuelto un tema central. Según Costner, la saga constará de cuatro películas de tres horas cada una, y la pregunta que surge a todo eso es: ¿se trata entonces de una miniserie?

    Uno querría decir que no, que el vuelo audiovisual de la propuesta es espiritualmente cinematográfico, pero por la enorme galería de personajes y subtramas que presenta, y por la decisión de dejar la historia en suspenso en un «continuará», sería necio no reconocer que hay una conexión con este otro género. Es cierto: Horizon: An American Saga no tiene plot points ni ganchos narrativos que, hora tras hora, pidan al espectador ver otro capítulo, pero su visión es novelística, épica, grande como el Oeste infinito que domina el paisaje.

    Lo que la hace más cinematográfica que «televisiva» es su modo narrativo y su formato de estreno, ya que la primera parte saldrá en cines a fin de junio y la segunda en agosto. En cierto modo la Parte 1 –o al menos gran parte de ella– funciona a modo de presentación de personajes, subtramas, relaciones entre ellos y distintos puntos de conflicto que se extienden a lo largo del territorio de Montana donde transcurre, por ahora, la acción. Costner no tiene apuro en ningún momento. Sabe que su historia es novelística y que dispone al menos de doce horas para contarla. Entonces, ¿quién lo corre?

    La trama se va explayando de a partes. Hay una familia que intenta medir un territorio en medio de Arizona, en 1859, para construir una casa que es masacrada por un grupo de indígenas. La escena puede parecer chocante en este contexto políticamente correcto –y más tomando en cuenta Dance with Wolves–, pero Costner es claro al respecto: los colonos están invadiendo territorios que no les pertenecen y se puede pensar que tiene sentido que la recepción sea esa. Ya en Montana vemos a una mujer llamada Lucy (Jena Malone) dispararle a un hombre y huir con su hijo, pero será perseguida por los otros dos hijos de la dura madre (Dale Dickey), quienes tratarán de recuperar al niño.

    En lo que parece ser un tiempo después, la ciudad de Horizon empieza a formarse cerca de donde vimos las escenas iniciales, pero la tribu local no cede a pelear por su territorio, iniciando una violenta serie de incendios y peleas que obligan a muchos a huir de ahí. De ese caos sobrevive una madre, Frances (Sienna Miller) y su hija Lizzie (Georgia MacPhail) que luego escaparán. Por otro lado hay un adolescente llamado Russell (Etienne Kellici) que hace su propio recorrido en busca de venganza.

    Y todo esto ha sucedido sin que casi haya aparecido Costner, que entra más directamente en la historia a casi una hora de comenzada. El actor encarna a Hayes, el clásico antihéroe misterioso que tiene un pasado oscuro y que llega a la ciudad. Allí empieza una relación con la joven y bella Marigold (Abbey Lee), que parece guardar algunos secretos. Y la que está también es Lucy, ahora casada con un tal Walter (Michael Angarano) y todavía siendo perseguida por los dos hermanos.

    Esto no termina ahí ya que luego aparecen soldados como el Coronel Houghton (Danny Huston), el Teniente Gephardt (Sam Worthington, otro que con Avatar estuvo entre quedarse con los militares o pasarse al bando de los nativos) y el Sargento Riordan (Michael Rooker), quienes llegan a ofrecer lo que parecería ser seguridad en el pueblo de Horizon. Más sobre el final de Horizon: An American Saga se sumarán personajes que claramente tendrán más peso en las nuevas películas/epsiodios, como el Capitán Van Weyden (Luke Wilson), una pareja británica que rápidamente se mete en problemas con los más bruscos locales y una docena o más personajes que es difícil determinar qué rol tendrán.

    Lo que Horizon hace, como lo dice su título, es extender horizontalmente el universo de personajes de la saga, plantear algunos conflictos fuertes de algunos de ellos, apenas presentar a otros que seguramente se conocerán con más detalles luego y, en el camino, ir armando de a poco el mundo en que irán a vivir y en el que los acompañaremos –si seguimos la historia– a lo largo de cuatro películas, doce episodios o como sea que la saga finalmente se distribuya en el mundo.

    Como una novela del Oeste –o, digamos, una serie de novelas–, lo que Costner hace acá es ir pacientemente construyendo o reconstruyendo un universo que ha dejado de representarse en el cine de esta manera. Pero lo suyo no es dar pelea en una disputa acerca de la forma del género o sus temas. A lo que apuesta es al clasicismo, expandido si se quiere, pero clasicismo al fin. Un universo que tendrá sus héroes y villanos pero que por lo general está plagado de personas que, cada una a su manera, trata de sobrevivir. En su tierra o en una a la que han llegado sin tener conciencia que, tiempo después, serían vistos como invasores. Horizon: An American Saga no se narra desde el conocimiento del futuro sino desde la lógica de ese, por momentos brutal y en otros amable, presente. (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)

  • The Good the Bad and the Ugly (Sergio Leone – 1966)

    The Good the Bad and the Ugly (Sergio Leone – 1966)

    En The Good the Bad and the Ugly, tres cazadores de recompensas buscan un tesoro que ninguno de ellos puede encontrar sin la ayuda de los otros dos. Así que colaboran entre sí para conseguir el botín.

    • IMDb Rating: 8,8
    • RottenTomatoes: 97%

    Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

     

    Justo después de terminar el rodaje de For a Few Dollars More, Eastwood se embarcó en el rodaje de Las Brujas’ (el único trabajo del actor que no comentaremos en este especial, debido a la enorme dificultad para encontrar la película), en la que se puso a las órdenes de Vittorio De Sica para uno de los cinco segmentos que componen el film. Los otros cuatro están dirigidos por Mauro Bolognini, Pier Paolo Pasolini, Franco Rossi y Luchino Visconti (menuda mezcla). El actor quedó encantado de poder cambiar radicalmente de registro, dando vida a un personaje atípico en su carrera. Es una pena el difícil acceso a esta película.

    De regreso a los Estados Unidos, terminó él solo la serie Rawhide, que a diecisiete episodios del final fue cancelada por poco éxito. Enseguida recibió otra llamada para venirse a España a rodar un nuevo proyecto de Sergio Leone. El western europeo estaba en su máximo apogeo, y esta vez Leone tuvo un mayor presupuesto para rodar su película. Fue la producción más cara del momento, y por ende, los ingresos de una estrella en alza como Eastwood, mayores. Todos los elementos de las dos anteriores películas se encuentran en ésta, elevados a la enésima potencia. Leone quiso hacer las cosas a lo grande.

    Eastwood tuvo aún menos protagonismo que en For a Few Dollars More. Codeándose de nuevo con Lee Van Cleef, que daría vida a un personaje en las antípodas de su Coronel Mortimer, tendría como nuevo compañero de fatigas a Eli Wallach, actor ya experimentado, pero que tuvo una oportunidad única de lucirse en el presente film. De hecho, Wallach se convierte en el auténtico rey de la función, dando vida al feo, un ser despreciable que hará cualquier cosa con tal de conseguir dinero. La trama de The Good the Bad and the Ugly sigue al feo y al Rubio (una vez más Eastwood en un personaje sin nombre, sin identidad), compinches que engañan a las autoridades, al cobrar la recompensa por entregar al primero de ellos, buscado en todos lados por la justicia, para luego liberarlo justo antes de morir en la horca. Por otro lado, Van Cleef da vida a un asesino a sueldo que, realizando uno de sus trabajos, se entera de la existencia de 200.000 dólares enterrados en algún lugar, esperando a que alguien los encuentre. Dicho botín será el mcguffin de la historia.

    Una historia en la que Leone quiso introducir su particular visión de la Guerra de Secesión, contexto en el que sitúa la acción central de The Good the Bad and the Ugly (la búsqueda del dinero mencionado). Esto hace que el director alargue en exceso su film, que si bien nunca deja de aburrir (hablamos de una de las películas más rabiosamente entretenidas que se han hecho), tienes partes que nada aportan a la historia (baste citar los ejemplos del hermano de Tuco o toda la parte del puente). No obstante, la duración del film no impide que los acontecimientos sucedan con una fluidez envidiable, producto del genio narrativo de Leone, quien con su puesta en escena, y un montaje de nuevo soberbio, convierte en puro espectáculo el retrato de tres personajes violentos por naturaleza, totalmente amorales, en un mundo en el que sólo siendo el más fuerte, y desalmado, se puede sobrevivir.

    La violencia del relato (muy criticada en su día) queda bien expuesta desde la misma presentación de los personajes: El Tuco, no dejándose atrapar por algunos de sus perseguidores; el Rubio, liberando al anterior de la horca, con una inusitada frialdad; y Ojos de ángel, quien cumple el encargo para matar a un hombre, y luego cumple el encargo de éste último de asesinar a quien ordenó matarle a él. Tres personajes sin un atisbo de humanidad en sus venas, cuyo destino está marcado por la ambición de hacerse ricos a toda costa, aunque para ello tengan que pagar un alto precio. Leone les arropa con un extraño sentido del humor, y de nuevo la música de Ennio Morricone actúa de guionista, realizando el que muy probablemente sea el mejor score de la trilogía. Merece especial mención el tema central, y la canción que se utiliza para que no se oiga la paliza que le están dando a uno de los personajes. Al igual que en los dos films anteriores, los personajes son muy violentos, pero también sufren en sus propias carnes las consecuencias de dicha violencia.

    El Rubio es, físicamente, una mezcla de los otros dos personajes. Mientras Van Cleef es todo elegancia, Wallach la suciedad en persona, Eastwood se queda a medias, con su larga gabardina (un elemento que se convertiría en señal de identidad en los posteriores westerns de Leone, inlfuyendo en el cine de Clint Eastwood como director) y su barba de días. Esta vez el famoso poncho se reserva para la parte final del film, aquélla que transcurre en un cementerio y que sirve para añadir cierto matiz al personaje de Eastwood: el sentir compasión por un soldado que está muriendo y al que le da a fumar el que será su último cigarro, para después robarle el mencionado poncho. Esto hace que podamos especular sobre el orden cronológico de la trilogía, y teniendo en cuenta este detalle, más el hecho de que la acción transcurre en 1864, y A Fistful of Dollars y For a Fer Dollars More en 1873, sería lógico pensar que The Good the Bad and the Ugly es una precuela de las otras dos. Pero todo esto no es más que una mera especulación, partiendo de la base de que Eastwood interpretase el mismo personaje.

    The Good the Bad and the Ugly está por debajo de sus dos predecesoras (en sus pretensiones de gran espectáculo, cuenta cosas que no llegan a interesar, a un lado de la trama que une a los tres personajes centrales), pero aún así es una gran película. Curiosamente, es la más celebrada de las tres, y eso se debe a su rabiosa modernidad (con elementos narrativos tan de moda hoy en día gracias a gente como Quentin Tarantino o Guy Ritchie). La película fue un enorme éxito en Europa, y también en Estados Unidos, estrenándose en bloque junto con las otras dos. Leone siguió haciendo westerns, esta vez auspiciado por dinero norteamericano, logrando otro título mítico en su filmografía: Once Upon a Time in the West, llegando a ofrecer a Eastwood el papel del personaje que luego haría Charles Bronson. Aquél lo rechazó porque no quería encasillarse en el mismo tipo de películas. Curiosamente, su siguiente trabajo, Hang ‘Em High, pertenece al género western. Se trataba de la primera producción de la recién estrenada Malpaso (la productora del actor), y las riendas de la dirección le fueron ofrecidas a Leone, que rechazó, como tiempo después haría con Two Mules for Sister Sara (un film muy en la línea de los del director italiano).

    Eastwood dejaba de trabajar con Leone, y comenzaba su andadura sólo. Poco a poco empezaría a dar pruebas de su sobrado talento, primero haciéndose un nombre como actor, produciendo films de sobrado interés, algunos arriesgados, y en los que se juntó siempre con gente con la que pudo seguir aprendiendo. Convertido en un icono gracias a los films de Leone, logró siempre controlar los aspectos artísticos de las películas producidas por él, alternando todo tipo de proyectos, en los que fue cambiando paulatinamente su imagen. De todos ellos iremos hablando en sucesivas entregas. (Alberto Abuín – Espinof.com)

     

  • The General (Buster Keaton y Clyde Bruckman – 1926)

    The General (Buster Keaton y Clyde Bruckman – 1926)

    En The General, Johnny Gray es maquinista en un estado del Sur y tiene dos grandes amores: una chica y una locomotora. En 1861, al estallar la Guerra de Secesión, Johnny intenta alistarse, pero el ejército considera que será más útil trabajando en la retaguardia. Sin embargo, Anabelle cree que es un cobarde y lo rechaza. El maquinista sólo podrá demostrar su auténtico valor cuando un comando nordista infiltrado en las líneas confederadas le robe «La General» y rapte a Anabelle. Johnny no dudará un segundo en subirse a otra locomotora y perseguir a los yanquis para recuperar a sus dos amadas.

    • IMDB Rating: 8,2
    • Rottentomatoes: 93%

    Película / Subtítulos (Calidad 720p)

    Produce cierto vértigo escribir sobre una película como The General, ya que estamos, sin duda, ante una de las obras maestras del séptimo arte, no solo de la comedia o del cine silente, sino del cine en general. En el momento de su estreno, la película recibió una fría acogida tanto por parte de la crítica como del público, acaso porque narraba en clave de comedia un episodio de la Guerra de Secesión, pero lo cierto es que, desde ese momento, no ha hecho más que crecer, y su factura sorprende casi noventa años después de su estreno.

    The General, dirigida por Buster Keaton y Clyde Bruckman, guionista de muchas de sus películas, es, sin duda, la obra maestra de su filmografía, en la que destacan también otros títulos como La ley de la hospitalidad (Our Hospitality, 1923), que es una suerte de Romeo y Julieta con las costumbres de hospitalidad sureñas, El moderno Sherlock Holmes (Sherlock Jr., 1924), El navegante (The Navigator, 1924), Siete ocasiones (Seven Chances, 1925), El héroe del río (Steamboat Bill, Jr., 1928) o El Cameraman (The Cameraman, 1928).

    Durante mucho tiempo, el cine de Keaton se opuso al de Charles Chaplin, y salió perdiendo el de Keaton, que era un personaje de tipo estoico, frente al patetismo chaplinesco. Charlot era un inmigrante; Keaton era un pionero. Hoy en día, afortunadamente, se ha superado esa dicotomía y, aunque la obra de Keaton cayó en el olvido a partir de los años treinta, se ha recuperado con toda justicia desde mediados de la década del sesenta.

    Keaton fue considerado, durante muchos años, como un actor cómico más de la cuadra de Mack Sennett. Se crió en el vodevil, con sus padres, pero empezó a trabajar en el cine con Roscoe Fatty Arbuckle, con el que formó pareja cómica. Entre 1920 y 1923, Keaton rodó un largometraje y 19 cortos, seguidos de 10 largometrajes más entre 1923 y 1928. El apodo Buster, que significa algo así como “temerario”, se lo puso Harry Houdini al caer el bebé Joseph Keaton por una escalera a la edad de seis meses.

    The General, aunque está concebida en clave de comedia, es una de las grandes películas sobre la Guerra de Secesión, basada en el libro The Great Locomotive Chase, y en las memorias de William Pittenger (Daring and Suffering: A History of the Great Railway Adventure), un soldado de la Unión que vivió en primera persona el secuestro de la locomotora. Acrobacias, acción y cara de palo son los ingredientes fundamentales de las mejores películas de Buster Keaton, un auténtico especialista que interpretaba siempre sus escenas de acción. Los tres elementos, y en generosas dosis, podemos encontrarlos en esta película, en la que Keaton encarna a Johnnie Gray, el ingeniero de The General, una locomotora de los confederados que es secuestrada por los unionistas, en la que viaja, sin que él lo sepa, Annabelle Lee (Marion Mack), la amada del protagonista, que lo rechazó al principio de la guerra porque no había sido aceptado entre las filas de la Confederación.

    En ese momento, Gray se lanza a la persecución del tren, que se adentra ya en territorio enemigo. Johnnie no duda en rescatar la locomotora, que emprende un doble camino, primero hacia al norte, y luego ese mismo camino hacia el sur, perseguido por otra locomotora, The Texas, que acaba en el fondo de un río, una de las escenas más caras jamás rodadas. El personaje que crea Keaton es, desde luego, uno de los grandes méritos de la película. Gray nunca ríe, pero provoca en nosotros innumerables carcajadas por su forma de ver la vida y afrontar los peligros y situaciones que se le presentan. Se trata de una historia simétrica, un viaje de ida y vuelta, que comienza con el rechazo y acaba con la aceptación por parte de ella.

    En The General, los exteriores cobran una gran importancia, así como la recreación de detalles históricos. Keaton realizó él mismo todas las escenas, algunas de ellas bastante arriesgadas. A Keaton le hubiera gustado rodar la película en los escenarios reales, Alabama y Tennessee, pero en aquellos estados ya no quedaban raíles de vía estrecha, así que tuvo que conformarse con filmar en Oregón. A lo que no se resistió es a hundir la locomotora enemiga en un río de Oregón, donde permaneció durante más de veinte años hasta que alguien se decidió a rescatarla para emplearla como chatarra durante la Segunda Guerra Mundial. (Joaquín Juan Penalva – elespectadorimaginario.com).

     

  • The Beguiled (Sofia Coppola – 2017)

    The Beguiled (Sofia Coppola – 2017)

    The Beguiled transcurre en el año 1864. Durante la guerra civil norteamericana, la tranquilidad de una escuela femenina de Virginia donde sólo viven mujeres se ve alterada con la llegada de un apuesto soldado confederado herido.

    Mejor Dirección en el Festival de Cine de Cannes 2017

    • IMDb Rating: 6,9
    • RottenTomatoes: 78%

    Película / Subtítulos

    https://www.youtube.com/watch?v=Yw66VXxq2ts

    The Beguiled es una remake del filme de Don Siegel de 1971, que tenía como protagonista a Clint Eastwood. Es una versión más sutil y menos trash de aquella película, con una estética mucho más refinada, acorde a los gustos de la realizadora, si bien siempre dentro de lo que se podría calificar como “gótico sureño”. Es, también, un filme en el que el punto de vista está más corrido hacia las protagonistas femeninas, con el hombre en cuestión (en este caso, Colin Farrell) en un cierto segundo plano. Pero, en general, gran parte de la trama es la misma, sacada de la novela “A Painted Devil”, de Thomas P. Cullinan.

    Cuando empieza The Beguiled, estamos en medio de la Guerra Civil norteamericana. Farrell encarna a John McBurney, un desertor del ejército yanqui que está herido en una pierna y que es hallado por una niña en medio del campo. La chica lo lleva al internado en el que vive –el Miss Farnsworth’s Seminary for Young Ladies–, un colegio de señoritas que ha sobrevivido en medio de las batallas y en el que hay solo cinco alumnas, además de Martha, la encargada del lugar (Nicole Kidman) y una maestra (Kirsten Dunst) a la que vemos enseñándoles francés. El problema es que allí son confederados sureños, de los que McBurney es teóricamente enemigo. Pero el hombre está casi al borde de la muerte (además de ser desertor, es un mercenario recién llegado de Irlanda a quien los lados enfrentados de la batalla le dan lo mismo) e igualmente lo rescatan, lo curan y lo cuidan. “El deber cristiano”, que le dicen.

    Claro que durante el tiempo en el que John va mejorando en la casa, las chicas se van interesando en él más y más. La dueña, la maestra y la mayor de las alumnas (Elle Fanning), lo hacen de manera sexual, reprimiendo, o no, sus deseos por él. John, en tanto, dándose cuenta de la situación, empieza a tratar de manipularlas a su manera. Es claro que tanto él como ellas están, literalmente, ardiendo de deseo. Y en apenas 92 minutos, Coppola irá jugando con estos intercambios: las chicas lo miran provocativamente, se empiezan a vestir de manera más elegante y se acercan cada vez más a él. Martha le dice a John que apenas esté curado lo dejará ir y él empieza a tratar de manipular el asunto para poder quedarse. Es un tipo que viene de pelear en la batalla y, en medio de una casa cómoda y rodeado de chicas que lo desean, es evidente que no tiene ningunas ganas de irse.

    Las que entrarán en conflicto entre sí son las chicas, cuyos planes para con John se chocan también. Y si no vieron The Beguiled original conviene detenerse acá, ya que la película luego se irá volviendo cada vez más un thriller. Igualmente pícaro, sutil y elegante, pero más cargado de tensión y de violencia. Lo que sí quedará claro como diferencia respecto a la película original (además de la ausencia de flashbacks) es que las mujeres no son tanto víctimas de la situación sino que toman sus propias, complicadas y contradictorias decisiones respecto a lo que hacen con John.

    Coppola convierte el gótico pulp de Siegel en algo más elegante y prestigioso, y lo que la película gana en “cuidado estético” tal vez lo pierde un poco en términos de virulencia clásica. La realizadora de The Virgin Suicides –película con la que tiene evidentes puntos de contacto– entrega un producto cuidado en el que no se disfraza ni la violencia ni el erotismo ni el humor pero todo está arropado por una estética más “arty”, que la hará funcionar mejor en el mundo de los festivales pero quizás no tanto comercialmente. Kidman y Farrell vuelven a hacer dupla protagónica después de The Killing of a Sacred Deer, la película de Yorgos Lanthimos; y aquí la película también guarda menores pero intrigantes papeles para Dunst y Fanning, dos chicas de diferentes edades y estilos quienes, de distintas maneras, tratan de encontrar algún tipo de salida utilizando a McBurney. O bien, dejándose utilizar por él. El deseo aquí gira sin distinción de sexo ni de edades. (Diego Lerer – Micropsia.com)