En Minding the Gap, tres jóvenes se unen para escapar de sus volátiles familias en su ciudad natal de Rust Belt. A medida que se enfrentan a responsabilidades adultas, la amistad de una década se ve amenazada por inesperadas revelaciones a través de las cuales exploran todo tipo de injusticias sociales.
Premio Especial del Jurado y Director Revelación (Festival de Sundance 2018)
Mejor Documental (Círculo de Críticos de Nueva York 2018)
Mejores Documentales del Año (National Board of Review 2018)
Mejor Documental y Mejor Director Novel (Asociación de Críticos de Chicago 2018)
Mejor Montaje (Asociación de Críticos de Los Ángeles 2018)
- IMDB Rating: 8,1
- Rottentomatoes: 100%
Película / Subtítulos (Calidad 720p)
Minding the Gap es uno de los mejores documentales y el que más le escapa al formato “talking heads” (cabezas parlantes, gente hablando a un entrevistador anónimo con su nombre y profesión apuntados abajo). Este film se centra en las vidas de un pequeño grupo de amigos de la adolescencia, skaters, con problemas familiares y de otro tipo. La particularidad del film de Bing es que él es parte integrante del grupo –y personaje a la vez de la trama aunque se lo ve poco– y los ha filmado desde su adolescencia hasta hoy. El eje de la película pasa por observar los cambios personales en las vidas de cada uno de ellos con el paso del tiempo (hay filmaciones de una década atrás y otras actuales) y la revelaciones de sus difíciles historias familiares.
En cierto modo, ese “gap” del que habla la película son dos. Uno, literal, propio de la práctica del skate. Y el otro ligado a ese gap/salto de tiempo que convirtió a esos adolescentes en fuga, cuyas vidas complicadas encontraban una salida en el skate, en estos adultos que no siempre lograron del todo escapar a esas violentas tradiciones masculinas que los precedieron. Minding the Gap es una película sobre lo cerca que el joven rebelde está de convertirse en el adulto que odió y lo difícil que puede volverse todo cuando uno pierde, o se separa, de ese férreo núcleo de amigos que lo ayudan a atravesar esas dificultades, especialmente en ciudades como la de Rockford, Illinois, una de las más pobres y violentas de EE.UU. Y de las que tienen mayor índice de desocupación.
La película tiene “entrevistas” pero son casuales, casi charlas entre amigos, ya que Bing está detrás de la cámara y se parecen más a conversaciones, algunas muy dolorosas, en las que el propio director se cuestiona su rol en la película. Y es la propia cámara del realizador, un experto en filmar skaters, la que le da a Minding the Gap una frescura y energía kinética que pocos documentales tienen, contrastando la libertad de esos movimientos callejeros con las dificultades de la vida cotidiana. Uno de los mejores documentales sobre la “América profunda” de estos años en los que ese universo de clases bajas y desocupadas del “Rust Belt” volvió a cobrar notoriedad tras la victoria de Donald Trump en esos estados. Un “coming of age” doloroso pero que permite entender las extrañas maneras en las que nos convertimos en adultos. (Diego Lerer – micropsiacine.com)
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