In The Earth, mientras el mundo busca una cura para un desastroso virus, un científico y un guardabosques se adentran en las profundidades de un bosque para realizar unas pruebas científicas. Conforme cae la noche, el viaje se convertirá en un aterrador viaje por el corazón de la más profunda oscuridad, con el bosque cobrando vida a su alrededor.
- IMDb Rating: 5,1
- RottenTomatoes: 76%
Película / Subtítulos (Calidad 1080p)
Las películas sobre y para la pandemia del Covid-19 van a abundar. En parte respuesta a las propias ansiedades de los directores, en parte movimiento calculador de las productoras para ganar un poco más de dinero. Sin embargo, las películas de la pandemia deberían abordar sus temas y argumentos como lo hace In the Earth. Esto es: que la pandemia y sus consecuencias sean el contexto, pero su argumento y su tema sean independientes a ella. Así, en vez de ignorar una realidad imposible de evitar, la integras de forma más o menos orgánica a una historia que se podría haber contado sin esas circunstancias. En el mejor de los casos, la pandemia y el confinamiento aportarán nuevas capas de complejidad a tu película, haciéndola parecer un producto directo de ella aunque no lo sea. En el peor de los casos, será una mala película, pero esas ya existían antes del Covid-19.
Aquí, en In the Earth, Ben Wheatley apuesta por una propuesta que utiliza el confinamiento que todas hemos pasado para usarlo como contraste a una historia de terror a cielo abierto. El escape de su protagonista al bosque, tras meses confinado, nos hace simpatizar con él inmediatamente. Vemos en la naturaleza lo que ve él: un paradigma de libertad. No tarda, por supuesto, en volverse contra él. Un bosque que se muestra hostil, no tanto porque sea una lucha del hombre contra la naturaleza sino porque se convierte en el campo de batalla donde cuatro seres humanos se enfrentarán entre sí por sus medios para relacionarse con ella. Un conflicto de ideas.
El terror de In the Earth no es sobrenatural. Se parece en cierta medida al de Midsommar, donde dos de los personajes toman ideologías cultistas y ritualistas para comunicarse con la naturaleza. O, en este caso, Parnag Fegg, el avatar del bosque ya sea en forma de dios menor o ritual de sacrificio. Por otro lado, a todos los personajes les ha afectado el confinamiento (en la película ya hablan de una tercera ola, en la que se supone que estamos ahora mismo). Y es posible que estemos ante una de las pocas películas, fuera del neorrealismo o el cine social, donde la falta de ensayo sea beneficiosa para las actuaciones. Hay torpeza en ciertas lecturas de diálogo. En las primeras escenas, los personajes parecen no saber comunicarse. Tanto Joel Fry como Ellora Torchia salen ganando por ello. Tienen los papeles más complicados, los más simples en fondo y forma y por ello los más complicados por las sutilezas que necesitan.
Dentro de la filmografía de Ben Wheatley, In the Earth está más cerca de Kill List que de High-Rise. Un terror que no siempre aterroriza, pero sí que incomoda. Si os gustaron las experiencias psicotrópicas de A Field in England, os gustará In the Earth. (Miguel Corona – PeliOManta.com)
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