En Il Capitale Umano, y en vísperas del día de Navidad, un ciclista es atropellado de noche por un lujoso todoterreno. El desgraciado accidente cambiará el destino de dos familias: la del millonario Giovanni Bernaschi, un especulador financiero que ha creado un fondo que ofrece un 40 por ciento de interés anual, atrayendo y esquilmando a los crédulos inversores, y la de Dino Ossola, un ambicioso agente inmobiliario cuya empresa está al borde de la quiebra.
Mejor Película Premio David di Donatello 2013
Premio del Público Festival de Sevilla 2014
- IMDb rating: 7.3
- RottenTomatoes: 80%
Partiendo de la novela homónima del escritor y crítico de cine norteamericano Stephen Amidon, adaptada muy libremente, el director italiano Paolo Virzi ha confeccionado en Il Capitale Umano, un thriller bastante revelador de esta sociedad actual dominada por financieros sin escrúpulos y arribistas más bien incautos que se dejan seducir por el anhelo de escalar socialmente. Todo ello mediante una disección bastante aguda de dos familias contrapuestas.
Una de ellas de alto rango, no en vano el patriarca controla una sociedad de inversiones tan opaca como él mismo. La otra familia está capitaneada por un arribista, modesto promotor inmobiliario, que ansía dar el salto y gozar de los privilegios que presuntamente sólo puede otorgar el dinero. Para conseguirlo luchará denodadamente a fin de acceder a este universo, cerrado e hipócrita, que parece nadar constantemente en la abundancia y la felicidad. En suma, gente que vive de y por las apariencias. El universo Berlusconi no es ajeno.
Diferentes avatares dramáticos sumirán a estas dos familias en situaciones cada vez más penosas, aunque los perdedores, como bien se sabe, casi siempre suelen ser los mismos. Es decir, los más débiles. En este escenario tan teatral hay otra figura en juego: un joven marginal, criado en un reformatorio. Un atropello con fuga transformará esta crónica familiar en un thriller que consigue mantener al espectador en tensión casi constante, a pesar de los altibajos de ciertos tramos de esta historia estructurada en varios capítulos y en un espacio temporal de seis meses.
La alusión al montaje escénico no es nada gratuita. Porque la esposa del tiburón de las finanzas es una dama que camufla sus frustraciones en una vida de lujo. Su principal fracaso es no haber podido cristalizar su gran sueño: trabajar como actriz. Interpretar en el día a día ocultando el vacío interior es su cotidiana representación teatral. Un personaje a cargo de la siempre magnífica Valeria Bruni Tedeschi, que encuentra en Fabricio Bentivoglio un soberbio oponente.
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