Everybody Wants Some!! ¡Todos quieren algo! Jake llega a la Universidad de Texas en su deportivo, con las ventanillas bajas y la música a todo volumen. Le esperan sus nuevos compañeros del equipo de béisbol. Quedan sólo unos días para arranque el curso, pero piensa aprovecharlos. Unos días para conocer chicas, ir a fiestas y hacer amigos… Secuela espiritual de Dazed and Confused, ambientada en los 80, sigue a un grupo de jugadores de béisbol en el momento en el que, a punto de entrar en la Universidad, son conscientes de que las obligaciones de la edad adulta están acechándoles.
- IMDb rating: 7.6
- RottenTomatoes: 88%
A lo largo de los años, el cine de Richard Linklater se ha caracterizado por albergar en su interior una plétora de voces que han conformado el retrato expansivo de una América insubordinada: del arca de testimonios excéntricos de Slacker a los duetos dialécticos de la saga de Jesse y Celine, pasando por la madre e hijo de Boyhood. Dentro de esa misma categoría de retratos heterogéneos de la “otra América” cabría situar Dazed and Confused, de la que Everybody Wants Some!! es una suerte de secuela y al mismo tiempo una antítesis conceptual. Y es que todo lo que tenía Dazed de retrato insurrecto y polifónico de la adolescencia –una meditación de lo que significa nadar a contracorriente–, Everybody Wants Some!! lo tiene de asalto ratificador y monolítico sobre una juventud liberada –una celebración de lo que significa navegar con el viento a favor–.
La belleza de Everybody Wants Some!! radica tanto en los detalles como, sobre todo, en el conjunto del film. En las dinámicas de grupo, en el efecto acumulativo de las fiestas y del crescendo romántico. En la sensación de estar en buenas manos: las de un director que no sabe hacer otra cosa que querer y mimar a sus personajes. En este caso, teniendo en cuenta la inclinación melancólica de las últimas películas de Linklater, el enérgico retorno a la vertiente más vitalista de su obra retumba como un redoble autoral, un aullido de libertad acorazado por el cine de género y propulsado por un inquebrantable humanismo. Una oda a los buenos tiempos pasados y por venir.
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