Nueva York, años 50. Therese Belivet, una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un día a Carol Aird, una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que cambiará sus vidas para siempre.
- IMDb rating: 7.6
- RottenTomatoes: 93%
Haynes ha demostrado en toda su filmografía tener una especial sensibilidad para plasmar la psicología femenina, y aquí su exquisitez se expande a todos los niveles: el cuadro social, la recreación de época y lo más notable es la creación de atmósferas. La atracción entre ambas mujeres es inmediata, toda la escena del primer encuentro está destinada a la antología. La tensión erótica está sostenida y contenida durante todo el film, y también llega a momentos de expansión. La fotografía de Ed Lachman es muy sofisticada, con un significativo uso del color que evoca el Technicolor de los ‘ 50, planos lejanos tomados tras vidrios o reflejados en espejos, como el mejor melodrama clásico alla Douglas Sirk, o tomas de los rostros que resultan notables retratos. La narración está estructurada con una introducción y un largo flashback, después del cual la escena inicial queda resignificada, en un círculo que sin embargo no llega a cerrar, y deviene espiral.
El film muestra el estado de la mujer, encorsetada dentro de un rígido sistema de pautas sociales, pero ellas eligen vivir sus propias elecciones, en una suerte de Thelma y Louise de los ’50. Con Carol, Haynes continúa la tarea crítica que ya desarrollara en Lejos del Paraíso (2002) y A salvo (1995), películas en las que también retrataba el sometimiento de la mujer a normas sociales represivas signadas por el varón, en las que no calza, porque no le son propias.
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