En Black Peter un tímido adolescente llamado Petr tendrá que enfrentarse a dos situaciones que le permitirán madurar: su primer trabajo y su primer amor.

Leopardo de Oro a la Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Locarno 1964

  • IMDb Rating: 7,0
  • RottenTomatoes: 74%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

“La primera película de Forman se caracteriza por su desenvoltura y levedad. El tratamiento de la imagen y la economía de la expresión se perciben, por ejemplo, durante la escena clave del baile del sábado, en la que algunos de los episodios de la historia se entrelazan con secuencias abordadas a manera de documental, ayudando a modelar la atmósfera del lugar y la tipología de los personajes”. (Ivan Sviták, Film a doba, 1965)

Aunque Petr, un aprendiz de 16 años, preferiría estar tumbado en la piscina mirando a las chicas, debe vigilar a los clientes para impedir que roben en el supermercado. Precisamente acaba de meterse en líos en el trabajo tras echarle el ojo a un cliente sospechoso y haber sido demasiado tímido como para dirigirse a él. En casa, su pedante padre continúa sermoneándole y para colmo su novia se desvive por un amigo suyo del pueblo.

Con la ayuda de “no actores” (personas de a pie que nunca habían actuado antes) y la poética cámara de Jan Nemecek, Milos Forman captura en Black Peter la autenticidad de los típicos días de verano en el ambiente de un pueblo checo a comienzos de los años 60. Expresa el sentimiento de las rebeliones juveniles surgidas en el Bloque Oriental, incluso unos años antes de que comenzara la Primavera de Praga.

Black Peter nos presenta una serie de acontecimientos aparentemente insignificantes de la vida de Petr, un aprendiz de 16 años. Acaba de comenzar su trabajo de verano como dependiente en una tienda, pero rápidamente comprende que su principal cometido es vigilar con el fin de evitar hurtos. Él preferiría holgazanear toda la tarde junto al agua, charlar con sus amigos y flirtear con las chicas. Sin embargo, debe quedarse en el supermercado y aguantar al mandón de su jefe y los reproches de su padre en casa. El personaje del padre lo interpreta el brillante “no actor” Josef Vostrcil.

Casi en la categoría de los “no actores”, el actor Vladimír Pucholt deleita con el papel de Cenda, un aprendiz de albañil fanfarrón, cuyo sonoro “¡holaaaaa!” se hizo rápidamente popular en Checoslovaquia y todavía persiste entre algunos de los comentarios cómicos más famosos y recurrentes.

Aunque Black Peter está basada en una novela de Jaroslav Papousek (un amigo de Forman), el director combina de una forma tan sensible el temperamento de actores y “no actores”, que sus diálogos parecen completamente auténticos, como si fueran grabaciones de conversaciones reales. La cantidad de frases vacías con las que el padre bombardea al apático Petr al final de la película son una ilustración brillante de la brecha generacional.

Esta obra maestra surgida en los albores de la Nueva Ola Checoslovaca trajo a la gran pantalla algo a lo que los cinéfilos de este país no estaban acostumbrados: – un mensaje auténtico sobre la brecha generacional y aquello que los jóvenes buscan, un mensaje que apunta entre líneas hacia la decadencia y el provincialismo de las relaciones sociales de ese tiempo.

Black Peter consiguió el primer premio del Festival de Cine de Locarno, donde superó incluso a las más grandes personalidades de dirección de su tiempo como por ejemplo al iniciador de la nouvelle vague francesa Jean-Luc Godard o al italiano Michelangelo Antonioni. Black Peter tenía un presupuesto muy bajo y, aparentemente, ésta es la razón por la cual Forman buscó “no actores” para los papeles principales. Además, es así como definió la poética de toda su producción, apostando con frecuencia por actores originales y más o menos desconocidos. La única excepción fue Vladimir Pucholt que, por aquel entonces, se encontraba en cuarto curso de sus estudios en la Academia de Música y Artes Dramáticas de Praga (DAMU). (MilosForman.com)