En Ariel, Taisto es encarcelado por un crimen que no ha cometido. En la cárcel sólo sueña con dejar su vida y empezar una nueva fuera de su país. un día consigue escapar pero las cosas no saldrán tal y como las había planeado.
Mejor Película Extranjera por la Sociedad de Críticos de Estados Unidos en 1990
- IMDb Rating: 7,6
- RottenTomatoes: 87%
Película (la copia tiene subtítulos en español)
Dirigida por Aki Kaurismäki, Ariel retrata la realidad de la Finlandia de los 80: corrupción, pobreza, desempleo… Para ello toma como hilo conductor la historia de Taisto, un minero de carbón encarcelado por un crimen que no cometió.
La vida de Taisto Kasurinen (Turo Pajala) ha sufrido varios reveses en los últimos tiempos. Después de que su padre se suicidara, ha sido acusado de un crimen que no ha cometido y por el que es encarcelado en una prisión finlandesa. Apesadumbrado por la situación, su única válvula de escape son sus sueños sobre dejar su vida atrás y empezar una nueva en el extranjero. Harto de los abusos y la constante vigilancia policial, Taisto acaba escapando de la cárcel, pero pronto descubrirá que sus idílicos sueños de libertad no son como él esperaba, y que deberá enfrentarse a un futuro aún más oscuro que el pasado que ha dejado atrás.
Varios años le costó al cineasta finlandés Aki Kaurismäki el ser considerado como uno de los directores europeos más interesantes. Desde sus inicios a comienzos de los ochenta fue trazando un personal recorrido por la realidad de su país creando un cine social alejado de los modos más tópicos del mismo para, a través de su personal mirada, transmitida en su puesta en escena y de su sensibilidad a la hora de retratar el mundo que le rodea, entregar unas obras diferentes, profundas, casi siempre llenas de humor, aunque soterrado, que sirven tanto de denuncia como de deleite estético. Ariel es una de sus obras más aplaudidas y quizá la que sirvió para que su cine fuera más atendido. Una narración que, en apenas setenta y cinco minutos, radiografía la cara oculta de Finlandia, abordando todo tipo de temas desde el desempleo a la corrupción, pero siempre desde la perspectiva de un cineasta que considera que la realidad, por fea que sea, debe ser mostrada de una manera artística sin con ello transformarla o manipularla, atendiendo a los problemas sociales pero también a la capacidad del arte de darles una forma perfecta como vehículo de denuncia.
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