Corre el verano de 1987 y aunque James Brennan, un joven recién graduado en el instituto, sueña con hacer un viaje por Europa, la falta de recursos le obliga a aceptar un empleo precario en un parque de atracciones local llamado Adventureland. Así, James consigue el peor trabajo que nunca imaginó… pero puede que también pase la mejor época de su vida.
- IMDb Rating: 6,8
- RottenTomatoes: 89%
No se si hay que darle mucho la vuelta: Adventureland es una película hermosa. Independientemente de los momentos cómicos (que los hay), uno podía llegar a creer que Greg Mottola iba a inyectarle más humor a su film – sobre todo viniendo de Superbad -, pero giró el volante para otro lado e hizo una historia de amor ochentosa. Los protagonistas son James (Jesse Eisenberg, quien va camino a convertirse en un gran actor) y Em (Kristen Stewart, quien se vuelve tolerable depende el personaje que le toque; aquí es imposible no quererla), dos jóvenes que comparten la rutina de trabajar en un parque de diversiones, lugar donde van descubriendo lo mejor y lo peor del otro, sabiendo que el verano es transitorio pero no queriendo pensar demasiado en el futuro. Aunque el futuro esté siempre ahí. Un relato eternamente repetido que consigue un sobresalto de originalidad. Mottola tomó el mas trillado de los géneros contemporáneos, el del paso a la madurez, y lo ha hecho atractivo, agridulce e incluso divertido
Adventureland es nostalgia, es The Cure, es el primer enamoramiento, es la incertidumbre post-graduación, es adolescencia y es ese beso que se mira, se busca y se encuentra. Es un film que, con pocas pretensiones, te puede cambiar la vida. El amor debería ser como en una de las escenas de la película, con fuegos artificiales de fondo escuchando Don’t Dream (it’s over) de Crowded House. No, no hay que darle más la vuelta. Adventureland es hermosa. Punto.
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