En Kurt Vonnegut Unstuck in Time, y a casi ocho años después de su muerte, Kurt Vonnegut sigue siendo una de las figuras literarias más populares de los siglos XX y XXI. Lectores de todas las generaciones y de todas partes del mundo continúan siendo fascinados por su cómica -y cósmica- perspicacia. Sorprendentemente, todas las obras de Vonnegut se siguen pulicando y su popularidad no muestra signos de menguar. Sin embargo hasta la fecha no había un documental definitivo sobre su extraordinaria vida y obra.
- IMDb Rating: 7,8
- RottenTomatoes: 94%
Película / Subtítulos (Calidad 1080p)
¿Cómo hablar de Kurt Vonnegut sin mencionar al tiempo? Matadero 5, su obra más celebrada, habla del bombardeo de Dresde en la Segunda Guerra Mundial desde los ojos de un viajero temporal. El escritor niega la linealidad de los sucesos, lo que hace que este en particular, tan terrible, lo sea aún más (“no hay nada inteligente que decir sobre una matanza”, es una de sus frases célebres). De esa manera construyó una amarga comedia sobre la cara más terrible de la raza humana. Es el tiempo tan importante que se filtra en el propio desarrollo del documental que realiza Robert B. Weide: se comenzó a rodar 25 años antes de la muerte Vonnegut, y tras esta faltaron otros 15 antes de que se decidiera a completarlo. De ahí la constante presencia del director dentro del documental (con su consiguiente disculpa a la audiencia por, parece ser, saltarse las rígidas reglas de la producción cinematográfica norteamericana). Lo que empieza como un proyecto ideado por un fan del escritor acaba deviniendo en una profunda amistad. De nuevo el tiempo haciendo de las suyas.
Así, Kurt Vonnegut Unstuck in Time tiene una inevitable pátina nostálgica, ya que este contenido doblemente biográfico está remarcado por los diferentes formatos en los que se presentan las imágenes. Desde videos muy antiguos, pertenecientes a la infancia del escritor hasta la imagen digital de nuestros días, pasando por imágenes con textura de todas las épocas del video, desde el más casero hasta el más profesional. Todos ellos registran la comicidad inherente de Vonnegut, quien tras su traumática experiencia en la guerra “pierde interés en lo real” (algo que se acaba siendo, una vez más, una broma, ya que el propio documental muestra su resurgimiento como figura pública en los últimos años de su vida gracias a la actitud antibelicista con la que toma partido contra el gobierno de Bush y su invasión de Irak). Weide nos otorga, incluso, momentos de verdadera belleza con un Vonnegut que visita la primera casa en que vivió, donde su padre arquitecto hizo imprimir las huellas de todas las personas de la familia en la repisa de la entrada. La huella del tiempo a través de sus huellas, y el rostro del escritor mostrando todo ese dolor que ocultaba su actitud cómica.
Estos instantes hermosos quedan empañados por la intrusión del director en la propia película. La manera en que trata la vida de Vonnegut, con delicadeza y mimo, contrasta con la hipersensibilidad, a menudo impostada, con la que habla de él y de su mujer. Su presencia como amigo del escritor y los momentos que pasan juntos se sienten naturales y plenamente justificados, pero cuando Vonnegut es desplazado y el documental pasa a ser solamente de Weide la experiencia pierde sentido. A todo esto se le suma una puesta en escena heredada del documental más televisivo, género muy trabajado por el director, que no aporta nada al relato.
Kurt Vonnegut Unstuck in Time funciona, en definitiva, como un buen resumen curatorial del archivo personal del director, con imágenes que hablan tanto de la cara más amarga como de la más amable. Esta última es la que gana, pues gracias a la amistad que vertebra la película el espectador puede deconstruir la cansina figura romántica del artista, y ver que la creación es, en esencia, género puramente humano. (Pablo Fernández – RevistaMutaciones.com)
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