Seven Samurai transcurre en Japón, en el Siglo XVI. Una aldea de campesinos indefensos es repetidamente atacada y saqueada por una banda de forajidos. Aconsejados por el anciano de la aldea, unos aldeanos acuden a la ciudad con el objetivo de contratar a un grupo de samuráis para protegerlos. A pesar de que el único salario es comida y techo, varios samuráis se van incorporando uno a uno al singular grupo que finalmente se dirige a la aldea.

León de Plata Mejor Director en el Festival de Venecia 1954

  • IMDb Rating: 8,6
  • RottenTomatoes: 97%

Película / Subtìtulos (Calidad 1080p)

 

Akira Kurosawa es el nombre más famoso del cine japonés, no necesariamente visto pero famoso al fin. Fueron los años 50 los que marcaron el inicio del despegue mundial del cine extremo oriente a pesar de que su actividad se remonta al cine mudo. He aquí que gracias al éxito mundial, Kurosawa desarrolla un cine más abierto al gran público occidental pero sin perder un ápice de su identidad oriental (algo que no le reconocieron sus compatriotas en su momento) a pesar de su talentosa asimilación del cine de géneros a su trabajo, tal es el caso de esta pelicula.

Con una notoria influencia del western, Kurosawa crea aquí una original cinta de aventuras brillante, hermosa y profunda a su manera. Una aldea en plena era de los shogunes es asolada por unos bandoleros, ante su desesperación los habitantes acuden en busca de ayuda y esta se manifiestará en la presencia de unos ronin que por diversos motivos (éticos en principio) responderán a su llamado. Con un perfecto ritmo y planificación, Kurosawa construye una cinta épica en la que se suceden con maestría ejemplar los momentos de acción con los de reposo, así pasamos de la formación del grupo (destacan los grandes Takashi Shimura y Toshiro Mifune como el entrañable Kikuchiyo) a la convivencia con los aldeanos nada abierta o solidaria la mayoría del tiempo, de ahí a la planificación del combate y entonces a los climax de acción.

Kurosawa eleva el lado conceptual a una genial poesía visual donde se suceden los más humanos conflictos y las coreografías en el impresionante blanco y negro, especialmente la que se sucede bajo la lluvia son acaso las imágenes mas célebres de la obra del gran Akira. Pocos han sabido darle a la guerra esa apariencia y dimensión de gran espectáculo como en esta película que reflexiona además sobre el auténtico valor de la misma, sobre si tiene valor ganar o perder. (Jorge Esponda – CinEncuentro.com)

Seven Samurai, a nivel cinematográfico tiene algunas cualidades que la hacen única, como una introducción de poco más de una hora, algo inaudito en la historia del cine, o el rodaje fuera de estudio, donde destacan las tomas de la última batalla, realizadas bajo una tormenta real.

A nivel de significado, lo obvio sería, decir que esta película va sobre samuráis, sobre la injusticia, el valor, sobre los principios morales que deberían regir al guerrero, una crítica a la dejación de los gobiernos en sus deberes con el pueblo, de las miserias atemporales del agricultor, del amor, de la vida y la muerte. Todo eso está en esta película y mucho más. Pero sobre todas las cosas, lo que prima, es el sentido de la vida.

Y es que, no es lo mismo morir por la ambición que por el honor, no es lo mismo sacrificar tu vida por el pueblo que por el señor, no es lo mismo compartir las miserias del campesino, de la clase trabajadora, que aprovecharse de ella, no es lo mismo luchar por el débil que por el fuerte, no es lo mismo enriquecer el bolsillo que el espíritu. No es lo mismo morir por el bien que por el mal.

Seven Samurai es una película que trata, desde distintas perspectivas, lo que supone enfrentarse a la vida. Pero, sobre todo, ensalza el valor mismo de llevar una vida honorable, coherente, basada en principios, donde la fraternidad es la base de todo. No es suficiente tener un objetivo en la vida, además, ésta debe tener un sentido. ¿De qué sirve satisfacer nuestras ambiciones, si éstas sacrifican lo que nos hace humanos?

Akira Kurosawa nos ofrece en Seven Samurai una visión del guerrero, pero es una visión particular. Quizás como crítica a la concepción misma del guerrero al servicio del señor. Pues, en sí, la palabra samurái significa el que sirve, y su concepción nació en pleno feudalismo japonés. Esto es, los samuráis estaban al servicio de un señor, quien a su vez, debía velar por el bienestar del pueblo a su cargo. Pero como en cualquier sociedad autoritaria, al final, el pueblo, no es otra cosa que el objeto de la rapiña de los poderosos, donde los samuráis representan una amenaza más.

Sin embargo, en esta película, los siete samuráis se ponen al servicio del pueblo, dando un nuevo sentido al camino del samurái, del bushido que debe regir la vida del guerrero. Y no lo hacen por fortuna, fama o éxito, ni siquiera por el arroz que reciben a cambio y que acaban regalando a las niños. Lo hacen, porque de no hacerlo, sus vidas, sus creencias, no tendrían sentido. (Josep Sanmartín Cava – VertienteCrítica.com)