En A Separation, Nader y Simin son un matrimonio iraní con una hija. Simin quiere abandonar Irán en busca de una vida mejor, pero Nader desea quedarse para cuidar a su padre, que tiene Alzheimer. Ella le pide el divorcio y se muda a vivir con sus padres. Nader no tiene más remedio que contratar a una mujer que cuide a su padre. Una negligencia de la asistenta provoca un conflicto de grandes dimensiones.
- IMDB Rating: 8,4
- RottemTomatoes: 99%
Mejor Película Extranjera Premios Oscar 2011
Mejor Película Extranjera Globos de Oro 2011
Oso de Oro a la Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz Festival de Berlín 2011
Mejor Película Extranjera Premios César 2011
Simin quiere emigrar “por la situación” en la que se encuentra su país, Irán, junto a su esposo y su hija. Como Nader no quiere abandonar a su padre enfermo, el divorcio pareciera inevitable. El único camino. ¿Tiene razón Simin? ¿Quién es más egoísta en esta situación? Pero cuando un hecho totalmente desgraciado suceda, la unión, más que de la pareja, de hecho separada, de la familia, se pondrá en juego.
El cine de Farhadi está más cercano al del Mohsen Makhmalbaf que al de Abbas Kiarostami, a la hora de hablar de los referentes del cine iraní. No debe llamar la atención el premio de la Academia de Hollywood, ya que el relato no es meramente contemplativo, sino que tiene varios rasgos occidentales en su manera de narrar, de expresarse.
Al fin de cuentas, de lo que trata A Separation es de verdades. Tal vez no absolutas, pero sí sinceras. Qué es capaz de admitir un ser humano cuando se ve apremiado en lo que más le duele. Cuánto peso tiene la hidalguía, el ser fiel a sí mismo, ante la posible pérdida de un vínculo, de una relación. De un afecto.
Farhadi deja planteados varios problemas existenciales en su filme. La mirada de Termeh, la niña que prefiere quedarse con su padre antes que ir con su madre cuando ésta deja el hogar, es fundamental. ¿Qué es lo que quiere ella? ¿Alguien se lo preguntó? La película está contada desde esos momentos de decisiones imprescindibles, que nos forjan. Pero aquí cuenta, y pesa, el género, la religión, la clase social.
El nivel de las interpretaciones también es otro punto alto de la realización. No se puede quedar impasible ante el alegato de Simin, al que Leila Hatami le confiere todas sus entrañas. Y los vaivenes de Nader, ante esa mirada de los otros, y de los suyos. Cómo lo íntimo se vuelve universal, cómo es imposible esconder lo que se lleva adentro. Todo eso hace de A Separation una película inolvidable.
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