En A Touch of Sin, Dahai, un minero exasperado por la corrupción de los dirigentes de su pueblo, decide pasar a la acción. San’er, un emigrante, descubre las infinitas posibilidades que le ofrece su arma. Xiaoyu, recepcionista en una sauna, no soporta más el acoso de un cliente rico. Xiaohui pasa de un trabajo a otro en condiciones cada vez más degradantes. Cuatro personajes, cuatro provincias, una reflexión sobre la China contemporánea: una sociedad con un desarrollo económico colosal que convive con una enorme violencia.
Mejor Guión en el Festival de Cannes 2013
- IMDb Rating: 7,1
- RottenTomatoes: 93%
Película / Subtítulos (Calidad 720)
En A Touch of Sin, el notable director Jia Zhangke (Platform, Unknown Pleasures, The World) ofrece otra desoladora radiografía de las profundas miserias, injusticias, contradicciones y desigualdades de la China contemporánea. Con una estructura coral (son cuatro historias de vida casi independientes con mínimas conexiones entre sí), y a partir de casos reales que conmovieron a la sociedad de su país, A Touch of Sin expone con absoluta crudeza (quizá por momentos con cierta obviedad y efectismo) situaciones de extrema violencia que tuvieron como protagonistas a personas comunes que se enfrentaron a políticos corruptos, empresarios abusivos y mafiosos.
Un trabajador de una mina de carbón, un empleado de una fábrica textil, una masajista de un sauna y un asesino implacable (todos personajes bastante marginales y perdedores) son los elegidos por Jia Zhangke para mostrar la espiral de violencia y la deshumanización que hoy resultan la contracara de esa China tan orgullosa y opulenta en ciertos sectores económicos.
“Estoy dedicado a preservar la libertad creativa y hago los mayores esfuerzos para no autocensurarme”, aseguró aquí el director de Xiao-Wu, I Wish I Knew y Still Life. “Una vez que trabajo para lograr eso me queda enfrentarme a la censura oficial para lograr que la mayor cantidad de chinos pueda ver la película, que me parece muy importante como disparador para pensar qué nos está pasando hoy como sociedad”, concluyó. Y vaya si cumplió su premisa y se mantuvo fiel a sus principios en este film inclaudicable, impiadoso y demoledor. (Diego Batlle – OtrosCines.com)
¿Qué podemos decir de China que no sepamos? Que lo hacen prácticamente todo y que en algunos años serán dueños de casi todo. Sin embargo, hay un punto que podría ser considerado débil: el cine. Al menos hasta ahora.
He tenido la suerte de toparme con algunas (muy pocas) cintas del gigante asiático de data reciente y han sido muy buenas. En el caso de A Touch of Sin (2014), quedé realmente impresionado. Fue escrita y dirigida por Jia Zhangke, quien tiene varios filmes previos en su haber y que me siento obligado a buscar. La cinta trata varias historias reales, fracturadas entre sí, pero en el que la unión de sus partes forman una realidad: la nueva y violenta Revolución Cultural de China, abarrotada de dinero, con personajes millonarios a través de la corrupción en el aparato municipal y estadal y un pueblo que los ve a la distancia, que puede hacer poco (o al menos eso creen), pero que gracias a Internet, sabe mucho. Las historias que enlaza van desde un político corrupto y la venganza de un hombre ante la indignación que lo corroe; un ladrón y asesino de más de nueve personas que fue (o es) uno de los más buscados de ese país; una mujer que mata a un policía en defensa propia y sobre una serie de suicidios acaecidos por una empresa.
A Touch of Sin recuerda el trabajo de Quentin Tarantino, especialmente en el desarrollo de las diferentes historias y cómo de una u otra forma los personajes y los eventos están íntimamente ligados entre sí. El filme es calmado, a veces amargo y otras, súper violento. Es bastante pesimista, no solo sobre la China actual, sino sobre todo el planeta. Es una bienvenida al desastroso consumo y al individualismo de mierda que nos ha hecho virulentos, violentos, vengativos y extraños, aunque vivamos en una misma tierra. No solo diré que es impecable, sino que es un filme que vale la pena ver más de una vez. Debo decir que me identifiqué con un personaje y la forma como tomó la ley en su propia mano ante un corrupto de su pueblo. Tendría muchas opciones. De corruptos, me refiero. (guasacaca.wordpress.com)
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